Lo siguiente es una mezcla de relato, reflexiones e intento de expresión poética. Resume lo que pensaba o experimentaba en uno de mis tantos viajes entre Europa, Estados Unidos y América Latina. Lo transcribo, tal como lo publiqué ese día de invierno europeo. La mayor parte se escribió mientras atravesaba el Atlántico, a mano.
El análisis que hice hace cuatro años es el mismo que se podría hacer hoy. La única diferencia es que han acontecido nuevos hechos, todos previstos en ese análisis.
VIAJE, ESPACIO Y TIEMPO.
Cuando viajo, no sólo es en el espacio
viajo también en el tiempo
el tiempo y el espacio se confunden
y me llevan a través de los recuerdos
vuelvo a ser joven
incluso hasta vuelvo a ser niño
nazco de nuevo
como en una reencarnación
me remonto a los instantes en que
me volví consciente de que vivía
de que despertaba
es como si antes hubiera existido
en otro sitio, en otro espacio, en otro tiempo
Y de pronto …“voilá” heme aquí, yo soy yo
y veo pasar ante mí las imágenes
veo la cara triste de niños pobres
veo tocar en una plaza la orquesta de un regimiento
los uniformes y el brillo de las trompetas y los platillos
veo el barro en las espuelas de los huasos
en una de las tantas tardes frente a una feria de animales
cuando arreaban interminables rebaños
de vacas, corderos y caballos
Veo el rostro de mi madre
su cara de sufrimiento
su angustia cuando no podía alimentar a sus hijos
veo mil rostros de gentes de países diferentes
veo las altas nieves de los Andes
y las cúspides de los Alpes o de los Pirineos
Veo las grandes extensiones de los mares
y las mezclas de colores de extensos valles y bosques
adornados por serpenteantes ríos y carreteras
veo las luces de las ciudades
en la oscuridad de la noche
Veo el infinito cielo desde la ribera de un río
con todos sus astros
las Tres Marías y un sin fin de constelaciones
y de meteoritos que se estrellan en la atmósfera
veo la cara dulce de un hada o de una musa
oigo su voz que me llama en una oscura noche
oigo músicas distintas
oigo distintos instrumentos
oigo el ruido de los motores del avión
oigo el ruido de un frenazo
las sirenas de una ambulancia
o de un barco que se aleja
Todos los sonidos son sólo un sonido
todas las voces son sólo una voz
todos los rostros son un rostro
y en ese rostro hay esperanza
de una vida mejor para todos
Néstor
DIARIO FEBRERO 14, 2007.
Lo siguiente está transcrito de mi cuaderno utilizado durante un viaje a Miami. Incluye notas que he escrito posteriormente.
Falta poco para las 12 del mediodía. Estoy en el aeropuerto de Zúrich, esperando embarcar en un vuelo hacia Miami y tengo un fuerte dolor de cabeza. Llegué a esta ciudad suiza a las 9 de la mañana y salí del aeropuerto a pasear un poco, a filmar y hacer algunas fotografías. No me atreví a ir a la ciudad pues me podía perder, con el riesgo de retrasarme y perder el vuelo. No tenía dinero ni francos suizos ni euros ni sé hablar alemán ni italiano. Mi inglés y mi francés no son muy buenos aún. Entiendo mucho al leer en esos idiomas, pero me cuesta hablar.
Después de caminar durante algunas horas regresé al aeropuerto, al llegar empezaba a llover. Allí cambié un poco de dinero para tomar un café y un panecillo. Siempre estoy en plan económico y no me gusta gastar mucho dinero en comidas.
Había perdido la costumbre de escribir a mano y me cuesta mucho hacerlo. Llevo muchos años escribiendo únicamente en computadoras. Los dedos se me cansan, como cuando toco la guitarra después de mucho tiempo sin hacerlo. Lo hago sólo de vez en cuando. A veces toco muy seguido, durante algunas semanas. Después pasan muchos meses antes de volver a tocar. Me es más fácil tocar el piano, que toco muy a lo lejos, también. Recuerdo cuando tenía menos de veinte años y escribía en varios cuadernos al mismo tiempo, repartidos en distintos temas. Entonces no se me cansaba la mano, como ahora.
Creo que estuve en este aeropuerto la primera vez que viajé a Europa. Fué en el año 1974, cuando iba de viaje desde Perú hacia Rumania, uno de los tantos países que habían ofrecido refugio a los chilenos que estábamos en Perú, Argentina y otros países en donde no nos estaba permitido quedarnos, con la mediación de ACNUR. Son ya más de 33 años desde entonces. Aún no puedo creer que haya pasado tanto tiempo. Desde entonces el mundo ha cambiado radicalmente, en todos los continentes.
En Asia ya hace mucho tiempo que terminaron las guerras que arrasaron pueblos enteros, con sus plantíos y sus campesinos quemados con Napalm, como en Vietnam, Laos y Camboya. En Latinoamérica ya no existen dictaduras militares, que sembraron el terror con asesinatos, torturas y desaparición de cientos de miles de ciudadanos, muchos de los cuales eran valiosos recursos intelectuales y profesionales de toda índole, como escritores, periodistas, médicos, sacerdotes, líderes sindicales, etc. La muerte de tantos seres humanos tan valiosos implicó una enorme pérdida para nuestros paises, a los que se sumió en la ignorancia y la miseria.
En muchos de esos países renacen los movimientos progresistas y algunos de elllos llegan al gobierno. En algunos países se van logrando cambios profundos, como en Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Los cambios son importantes en el campo de la economía, nacionalizando empresas que antes eran estatales pero que habían sido vendidas a empresas extranjeras a muy bajo precio, para favorecer intereses de algunas personas o familias. Esas empresas se encargaron de concentrar ganancias para sus dueños, pagando muy bajos impuestos a los países respectivos y contribuyendo, en esa forma, a crear más pobreza entre sus habitantes.
En algunos otros países como Argentina, Ecuador y Brasil también se producen cambios importantes, pero sin abandonar del todo el sistema neoliberal. Esos países, sin embargo, están comprometidos con la integración latinoamericana y el desarrollo social, lo que es muy positivo. En el resto de los países, como Chile y Perú, se mantienen las políticas neoliberales y la dependencia frente a Estados Unidos. En este bloque está la mayor parte de las naciones latinoamericanas, lo que dificulta una real integración en el continente. Sin embargo, ya no quedan muchos vestigios (aunque sí consecuencias) de las dictaduras militares, que ocasionaron tanto daño a la economía y que oprimieron tan salvajemente a los pueblos.
En todos los paises latinoamericanos, sin excepción, se experimenta un repunte de los movimientos progresistas y es muy posible que en otros países también lleguen a conquistar una parte de los poderes del estado. Pero también es posible que los gobiernos que están a favor de profundos cambios sean derrocados o se les impida gobernar. En todos esos países la resistencia de las clases sociales oligarcas es muy fuerte. Esas clases reciben el apoyo económico y mediático de Estados Unidos, en combinación con medios de comunicación europeos. Este país recomienda constantemente a los otros países qué política económica deben adoptar y cuando las recomendaciones no bastan, los advierte del peligro de no seguir sus recomendaciones. Por úlimo, cuando ni las recomendaciones ni las advertencias sirven, se recurre a las amenazas y a las presiones, muchas veces veladas, otras veces en forma muy descarada. Finalmente viene la intervención, con la ayuda de militares y agentes infiltrados en distintos sectores de la sociedad.
Las clases oligarcas aún tienen en su poder los otros poderes del estado, con la sola excepción de Venezuela. En ese país se ha logrado aprobar una nueva Constitución, adoptada en diciembre de 1999, siendo la primera Constitución venezolana aprobada por el pueblo mediante el voto en referéndum, con el 71,78% de los votos escrutados. Posiblemente esa Constitución sea reformada durante este año o durante 2008. En otros países eso es prácticamente imposible, pues para hacer una pequeña reforma se necesitan los dos tercios de los votos en el congreso o en el senado, para tomar un solo ejemplo. Un ejemplo específico: En Chile hay un injusto sistema electoral que impide que las minorías tengan representatividad en el poder legislativo. Pero es imposible cambiar ese sistema, aunque la Concertación Democrática, que es la actual fuerza que gobierna, lo ha intentado en varias oportunidades. No basta con tener mayoría sino que se necesita, por lo menos un 70%, algo muy difícil de lograr. Mientras tanto hay varios partidos que no tienen representación parlamentaria, pero que debería tener derecho a ellos pues llegan a superar el 5%. Sin tener representación parlamentaria, esas minorías no tienen apoyo económico como lo tienen los demás partidos y no tienen acceso a canales de comunicación que les permita expresar sus ideas.
En algunos países se renueva sólo una parte de los representantes de las cámaras legislativas y los representantes de partidos que tienen poco apoyo popular se perpetúan en el poder, a pesar de ser los causantes de que las políticas económicas que favorecen al pueblo sean frenadas. Después de algunos años logran producir un desgaste en el gobierno de turno y logran ganar el poder ejecutivo. En esa forma se mantiene el mismo sistema, sin que haya posibilidades de cambiarlo. Es lo que ha pasado en muchos países, como Venezuela, Argentina o Ecuador, en donde muchos gobiernos se sucedían en el poder, se turnaban distintos partidos o coaliciones de partidos, por lo general los mismos de siempre, sin que jamás hubieran cambios fundamentales en la economía, que obedecía a la misma clase económica dominante.
Volviendo a los medios de comunicación, hay que tener en cuenta que su trabajo es muy sutil y eficaz. Por lo general hacen creer a los ciudadanos que son neutrales y objetivos, disfrazando muchas de sus noticias y análisis de una falsa objetividad. Pero obedecen siempre a las directivas de los grandes empresarios y de los partidos de derechas. Toda su programación, sus noticias, reportajes, foros y debates, obedecen a una lucha política en favor de las clases altas. Gracias a que tienen mucho dinero, pues son financiadas en distintas formas por las grandes empresas, pueden contratar buenos profesionales, artistas, actores y periodistas, logrando hacer programas que captan la atención de la mayoría de los ciudadanos.
Muchos de sus programas, películas y series o seriales, novelas, etc. son de poco valor artístico o profesional pero se ambientan de tal forma que los televidentes, por ejemplo, son absorvidos completamente y se convierten en pasivos receptores de todos los mensajes que entregan esos programas. La mayoría de los usuarios de esos medios son fácilmente influenciados y, sin darse cuenta, son manipulados completamente. En los mensajes se les inculca valores basados en el egoismo y el individualismo, en la sociedad de consumo, en la aceptación de las guerras y de la violencia, en la aceptación de la prostitución y el extremo consumismo, que despierta ansias de poseer cada vez más cosas, muchas veces totalmente innecesarias. Los mensajes son bien disimulados con frases que se asocian a la bondad, la caridad y el amor, pero que en el fondo implican todo lo contrario.
Se puede decir, entonces, que esos medios de comunicación logran cabalmente los objetivos de sus dueños. Logran desviar la atención de los usuarios y los hacen aceptar todos los mensajes que les interesa entregar a las clases económicamente dominantes, convirtiéndolos en fieles seguidores de su ideología y de todo lo que favorece a las clases sociales altas.
Como he escrito en algunos de mis artículos, conozco muy de cerca la forma de actuar de los medios de comunicación. He sufrido en carne propia las consecuencias de sus influencias. Son armas muy eficaces cuando se trata de desestabilizar, presionar o derrocar a un gobierno. Fué gracias a esos medios que se logró despertar un descontento de gran parte de la sociedad chilena, contra el gobierno de Salvador Allende, que fué derrocado en 1973.
Los medios de comunicación, encabezados por la empresa El Mercurio, propiedad de la familia Edwards, con una gran cantidad de periódicos, como El Mercurio, La Segunda y Las Ultimas Noticias, lograron crear alarma y un clima de odio hacia el gobierno. No lograron manipular a la mayoría de la población pero sí a una gran parte de ella. La mayoría de los ciudadanos más pobres apoyaban al gobierno. Pero también había un gran sector de ciudadanos pobres que apoyaba a la oposición. Por otra parte, entre los que apoyaban al presidente, había muchas divisiones, lo que favorecía los ataques de una oposición unida y muy bien fuerte económicamente, con infinidad de recursos y dinero.
Nota del 22 de febrero: ir a EL MERCURIO Y LA SEGUNDA. Leer algo sobre esta empresa, su obra y sus conexiones con la CIA Y la dictadura de Pinochet en: LIBERACION, MEMORIA VIVA, VICTIMAS DE LA PRENSA, PINOCHET NO FUE UN MONSTRUO, EL MERCURIO Y SU DICTADOR, ORO Y LAVADO DE IMAGEN DE PINOCHET,
Una de las formas más eficaces de crear descontento fué la de provocar desabastecimiento de los productos básicos para la alimentación del pueblo. Si bien es cierto, hubo desabastecimiento a causa de algunos desajustes en la economía en el intento de cambiar algunos métodos de producción y de detener la inflación, regulando los precios de importantes rubros en la cadena alimentaria, los medios de comunicación exageraron, de tal modo que la población empezó a desesperarse y a acaparar alimentos, por temor a quedarse sin ellos. Los desajustes a los que me refiero eran porque el gobierno quería impedir que las grandes empresas continuaran subiendo los precios de los productos, algo a lo que estaban acostumbrados a hacer desde siempre. Era como un juego, subir los precios para obtener mayores ganancias. Y apenas había un reajuste de salarios se volvían a subir los precios. Esa era y es la costumbre de los sistemas capitalistas, valiéndose del fenómeno económico de la OFERTA Y LA DEMANDA, para lograr mayores ganancias.
Nota del 22 de febrero: Si desea profundizar en este tema, le recomiendo que lea las siguientes páginas: BIBLIOTECA LUIS ANGELARANGO, INSTITUTO DE LIBRE EMPRESA, EL PRISMA, SOCIALISMO Y MARKETING, EL RINCON DEL VAGO, AGENCIA PERIODISTICA DEL MERCOSUR, EL PROCESO CHILENO CON SALVADOR ALLENDE Y EL CONTEXTO HISTORICO.
Las grandes empresas distribuidoras de productos de primera necesidad, los intermediarios y los comerciantes detallistas acaparaban enormes cantidades de alimentos que se vendían en el mercado negro a más alto precio que al precio oficial, al que se debía vender.
Es exactamente el mismo método que se está usando actualmente en Venezuela. La gran diferencia estriba en que el gobierno de Allende no tenía la capacidadd de organización ni los recursos que tiene el gobierno venezolano. Por lo tanto, no se podía hacer mucho en contra del acaparamiento y la especulación.
Me gustaría enumerar, aquí, algunas de esas diferencias:
1.- Eliminar el IVA.
Nota del 20 de febrero: Cuando escribía mi diario no tenía posibilidades de enterarme de todo lo que sucedía en el mundo, pues estaba viajando. El mismo día que yo estaba en el avión (15 de febrero), Hugo Chávez anunciaba la disminución del IVA en Venezuela (aparte de la anterior exoneración de IVA de muchos productos alimenticios) de un total de 5%. El 1 de marzo disminuye un 3% y el 1 de julio disminuye 2%, de tal modo que el IVA será de sólo 9%.
En Chile no existía el IVA en el año 1973. Este impuesto lo introdujo Pinochet en el año 1975. Entonces el IVA era 20%. Actualmente es de 19%. Pero si hubiera existido el IVA en la época de Allende, éste no habría podido bajar su porcentaje para contrarrestar el efecto de la inflación y la especulación. En tal caso las arcas fiscales habrían sufrido enormes pérdidas económicas.
El IVA se introdujo en Venezuela en el año 1997. Hasta 2005 el IVA era 15%, año en que fué rebajado a 14%. El gobierno venezolano eliminó el IVA de importantes rubros alimenticios, en los que se cuenta la carne, en febrero de 2007.
Esas medidas son posibles gracias a las enormes reservas económicas originadas por los ingresos del petróleo. El Estado venezolano dejará de percibir mucho dinero a causa de la disminución y exoneración del IVA, pero la medida puede contribuir, en parte, a paliar las consecuencias producidas por los acaparamientos.
2.- Subvenciones.
Las subvenciones o subsidios agrícolas son una ayuda que aplican las potencias económicas fuertes del mundo, para hacer más competitivos sus productos en el mercado internacional. Estados Unidos y la Unión Europea subsidian, por ejemplo, una serie de productos para poder competir con los productos de Latinoamérica y Africa. En esa forma pueden introducir sus productos en sus propios mercados internos o entre sus países, además de introducir esos productos en otros mercados, lo que origina disminución de la producción agrícola y desempleo en otros países, que dependen, justamente, de la producción agrícola. Lo mismo pasa con otros productos. Las subvenciones son un tema muy polémico y afectan los convenios económicos entre distintos países. Un ejemplo son las subvenciones que da Estados Unidos a sus productores agrícolas para poder vender sus productos más baratos en países de América del Sur. En esa forma desplazan los productos de esos países. La economía de Estados Unidos es favorecida al mismo tiempo que la economía de los países sudamericanos es desfavorecida. Esa es la política en la que se sustentan, por ejemplo, los tratados de libre comercio, avalados por el ALCA.
Los países en vías de desarrollo tienen pocas posibilidades de subsidiar a sus propios productores. Por lo tanto, Chile no tenía posibilidades de recurrir a esa forma de ayuda para incentivar a los productores chilenos. Pero en el caso de Venezuela, esto es posible, a pesar de que el estado venezolano heredó un estado de finanzas muy pobre a causa de la mala administración de los ingresos obtenidos por la producción y venta de petróleo, durante varios decenios hasta 1999. Pese a haber heredado una economía deficiente, el Estado venezolano ha logrado éxitos en el campo de la economía, lo que le permite otorgar subvenciones a sectores vitales para el abastecimiento de alimentos. Las soluciones gracias a estas subvenciones son, sin embargo, a largo plazo. Los resultados se podrán ver recién dentro de uno o varios años. Además, no es seguro que todas las empresas o agricultores que sean favorecidos por las subvenciones vayan a cumplir con las metas de producción o con la entrega normal de los productos a los distribuidores. Tampoco es seguro que los siguientes eslabones de la cadena productiva y distribuidora cumplan son sus obligaciones y contratos. Pero es de esperar que la mayor parte de productores y distribuidores cumplan. Para que las metas se cumplan debe existir una política efecticva de fiscalización e inspección. De lo contrario, el desabastecimiento provocado por el acaparamiento puede llevar a Venezuela a la misma situación que vivió Chile entre 1972 y 1973.
3.- Importaciones.
La importación de alimentos vitales para el consumo alimentario también puede contribuir a contrarrestar los efectos de los acaparamientos. Pero esta medida también puede llegar a ser insuficiente, si los productos son desviados hacia el mercado negro o a llenar almacenes en donde pueden ser escondidos para ser vendidos a altos precios o donde hay riesgo, incluso, de que se pudran.
El Estado chileno tampoco tenía dinero suficiente para hacer grandes importaciones de alimentos. Aún así se hicieron muchas importaciones pero los productos llegados al país eran bloqueados a causa del paro del transporte.
En el caso de Venezuela, gracias a los convenios que ha firmado con otros países, puede hacer importaciones mientras se consolida la producción interna. Es el caso de los acuerdos con Argentina. Se entrega petróleo a cambio de carne, por ejemplo. Por ahora no hay riesgo de que en Venezuela se produzca un paro de los dueños de los medios de transportes, pero es algo que también puede ocurrir. Antes de que eso ocurra, el gobierno debe tomar medidas para asegurar el transporte y distribución de los alimentos. Ver más abajo: El paro del transporte.
4.- Paro de comerciantes.
Sin lugar a dudas, el paro del comercio en Chile fué un instrumento genial de los estrategas de la oligarquía chilena. La asociación de dueños de tiendas de alimentos se atrevió a paralizar las ventas en sus comercios. Perdían dinero momentáneamente a causa del paro, pero sabían que recuperarían con creces todo lo perdido. Para ellos lo importante era cansar al pueblo mediante el hambre, para ponerlo de su parte, porque acusaban al gobierno de la escasez provocada por ellos mismos. El gobierno respondió formando las Juntas de Abastecimiento popular (JAP). A través de las JAP se intentaba abastecer de alimentos a los sectores más necesitados, pero las JAP fueron derrotadas, en gran parte, por el paro de los transportistas. Además, el gobierno no tuvo tiempo de llevar a cabo su programa de gobierno ni de tomar medidas para mejorar la economía ni para fortalecer los medios de producción, puesto que lo derrocaron antes de completar siquiera la mitad del tiempo de su mandato, que había recibido de los electores.
Es posible que los estrategas de los comerciantes ricos de Venezuela también tengan en sus planes un paro del comercio, así como en el año 2003 organizaron el Paro Petrolero, que fué un nuevo intento de Golpe de estado.
5.- El paro del Transporte.
Otra de las armas importantes de los estrategas de los partidos de derechas fué la paralización del transporte, por parte de las asociaciones de dueños de camiones. Esas asociaciones no sólo pararon sus vehículos sino que también los concentraron en sitios especiales, bloqueándolos de tal forma que el gobierno no los podía utilizar para ponerlos al servicio del pueblo. Al combinar los paros del comercio y del transporte se lograba cada día mayor desabastecimiento y mayor acaparamiento. Era una espiral y cadena de acciones que se acentuaban sin cesar. Era lógico que con esos paros era fácil bloquear la economía del país. Y los medios de comunicación calentaban más aún los ánimos y usaban esa escasez, provocada constantemene y en aumento, como argumento en contra del gobierno. Era una lucha desigual. El gobierno de Allende trataba de buscar soluciones pero todos los otros poderes del estado, más los banqueros y los empresarios, encontraban siempre la forma de bloquear las acciones del gobierno, para presionar a los militares, llamándolos continuamente a intervenir, como finalmente lo hicieron, con todo el apoyo de la CIA y del gobierno norteamericano.
6.- El papel de la policía y los militares.
En las calles de Santiago se sucedían las protestas y marchas de grupos de la oposición, que muchas veces se enfrentaban a los grupos que apoyaban al gobierno. En las universidades había un clima de lucha ideológica, que a veces se transformaba en lucha violenta. En las aulas y en los pasillos de los centros de estudios se llevaban a cabo discusiones entre distintos partidos de izquierda o entre éstos y grupos neonazis o demócratacristianos. Esas luchas las vivía yo mismo, cada día, como se puede leer en otra página de mi diario.
En algunas calles cercanas a los sectores, donde vivían los más ricos, se formaban milicias neonazis como Patria y Libertad. Eran muchachos jóvenes que recibían instrucción militar y de lucha cuerpo a cuerpo, utilizando diversas armas de choque, como simples palos gruesos con filudas puntas, que se podían usar como lanzas o los “linchacos”, compuestos de dos palos cortos unidos por una cuerda, que podían causar mucho daño a sus contrincantes, porque se lograba una gran energía cinética al darlos vueltas en el aire. La particularidad de esas armas era que se podían utilizar sin que se las considerara armas prohibidas, aunque podían ocasionar serias heridas, como rompimiento de costillas o de órganos internos. Esos grupos también usaban armas de fuego, pero no las exponían al público, como lo hacían con las otras armas. Muchas veces vi personalmente a esos grupos, desfilando en perfecta formación militar y haciendo maniobras, saludando en tal forma que parecían copias de las milichas nazis de Hitler o de las milicias fascistas de Mussolini, que sólo se habían visto antes en el cine. Los estudiantes de izquierda también empezaron a usar esas armas. Pero en lugar de llevar palos filudos, utilizaban los palos de sus banderas. También empezaron a usar los “linchacos”.
El papel de la policía y de los militares era muy complaciente con los grupos neonazis. Sin embargo, eran duros con los jóvenes de izquierda. Sólo unos pocos días antes del golpe militar vi con mis propios ojos cómo los policías les quitaban las banderas a un grupo de manifestantes que apoyaban al gobierno. Eso sucedió muy cerca del Palacio de La Moneda, en una manifestación de apoyo al gobierno. Con extremada violencia, los carabineros (policías) empujaban a los muchachos y les quitaban las banderas, que acumulaban en la calle. Eso jamás vi que se hiciera con los neonazis. A pesar de estar la izquierda en el gobierno, los que eran más reprimidos eran, justamente, los partidarios del gobierno.
Unido a todo lo anterior, muchas mujeres de clase alta y media salían a hacer sonar sus cacerolas para protestar contra el desabastecimiento. También organizaban protestas frente a las viviendas de generales. Muchas de esas mujeres eran esposas o parientes de oficiales de alto rango.
Presionado por las circunstancias y fiel a mantenerse dentro de la legalidad y la Constitución chilena, Allende empezó a incluir militares en su gabinete de gobierno. Uno de los más importantes de ellos fué el general Carlos Prats, quien debió renunciar, presionado y amenazado por los partidos de derechas. Este general fue asesinado posteriormente en Argentina, por agentes enviados por Manuel Contreras, Jefe de la DINA, organismo de inteligencia al servicio del dictador Pinochet.
Pesea a la inclusión de militares en el gobierno, Allende no tuvo el apoyo de las fuerzas armadas. Entre los soldados y oficiales que yo conocí, mientras trabajé en la Fuerza Aérea, la mayoría de ellos estaba en contra del gobierno. De los que estaban a favor del gobierno eran pocos los que se atrevían a manifestar sus ideas. En mi sección había muchos oficiales y suboficiales que habían recibido medallas en los cursos a los que asistían en Panamá, que eran dictados por oficiales norteamericanos en la Escuela de las Américas (SOA). Esos militares habían sido formados por profesores que inculcaban el odio y el deseo o necesidad de matar, especialmente a lo que ellos denominaban “comunistas”. Comunistas eran para ellos todos los que tenían ideas progresistas o de izquierda, no sólo quienes eran militantes comunistas.
Nota del 22 de febrero, recomiendo leer las siguientes páginas: ESCUELA DE ASESINOS, TERRORISMO MADE UN USA, ESCUELA DE LAS AMERICAS, PANAMA, LA ESCUELA DE LAS AMERICAS Y SUS MANUALES DE TORTURA.
Las fuerzas armadas tenían una actitud, por lo general, pasiva. No participaban en forma debida, de acuerdo a la Constitución, en la defensa del gobierno. Se limitaban únicamente al supuesto mantenimineto del orden público. De vez en cuando participaban en investigaciones y redadas, en las cuales hacían descubrimientos de supuestos arsenales de grupos de izquierda.
Sectores de partidos de izquierda, suponiendo y previendo un Golpe de Estado, que estaban seguros podía ocurrir en cualquier momento, o de atentados de grupos de ultraderecha que estaban ocurriendo, intentaban crear una red de defensa del gobierno, aunque en forma muy desorganizada.
Yo, como militante de uno de esos partidos, recibí algunas lecciones en uso de armas. Pero esas lecciones eran una mera exposición de armas de museo, armas viejas y de poca potencia, pistolas automáticas de calibre 22 y algún revólver de marca Smith & Wesson. Las armas eran muy pocas y estaban destinadas a ser usadas por lo que se nos consideraba la “élite” de lucha del partido,el “brazo armado” del partido.
En mi distrito, esa élite la conformábamos un pequeño grupo de no más de 10 militantes, de un total cercano a los dos mil. Ese pequeño grupo tendría acceso a un par de pistolas, un revólver y una escopeta de caza, más ninguna de esas armas fue jamás probada, ni siquiera se enseñó a limpiarlas, (porque tal vez nadie sabía como se hacía) para poderlas mantener en buen estado. Todo era teoría y ver las armas, palparlas y verlas. Nada más.
La preparación que obtuvimos en el partido fue similiar a la deficiente preparación que yo había recibido en la Fuerza Aérea, cuando entré a trabajar a ese cuerpo armado. Puesto que había sido eximido del servicio militar, me enviaron a un entrenamiento que debía compensar la falta de no haber hecho el servicio militar. Ese entrenamiento consistía, fundalmentalmente, en aprender los distintos grados de la oficialidad de la FACH y de hacernos conscientes de la importancia de la disciplina y el respeto a los superiores. Lamentablemente, a mí sólo me enseñaron los grados de la fuerza Aérea, no los del Ejército ni de la Marina. El juramento de soldado lo hice ante el mismo suboficial que me había preparado. Este oficial había sido alumno e instructor en Panamá. Sus clases se resumían, en mayor parte, a contar sus aventuras con muchas mujeres, sus visitas a prostíbulos y su “gloriosa” participación en los ejercicios en Panamá (ver nota de más arriba).
Antes y después de aquel “entrenamiento” estuve de guardia en la entrada a la sección de las FACH en el Ministerio de Defensa, con un revólver al cinto, que nunca se me enseñó a usar y a mantener. Eso lo tuve que hacer yo mismo, con la ayuda de otros soldados. Para ello tuvimos que sacar clandestinamente un par de armas y hacer una expedición a un paraje lejano, en donde practicamos un par de días, disparando a todo lo que teníamos por delante, especialmente matas de cactus.
La falta de conocimientos de los grados de la Marina y del Ejército me ocasionó una reprimenda por parte del Comandante de Escuadrilla, de apellido Delgado -jefe de mi sección- debido a un malentendido con un coronel del Ejército, que resultó ser el jefe de la inteligencia de ese cuerpo militar.
Después de haberme desempeñado como escribiente administrativo y estando de guardia en varias ocasiones, ganándome la confianza de la mayoría de mis compañeros de trabajo, me sentía seguro en ese puesto, que intentaba cumplir en la mejor forma posible. Todos los que ingresaban a nuestra sesión eran uniformados y empleados civiles (de la FACH). Todos saludaban al entrar y yo respondía a sus saludos, además de recibir sus identificaciones, si no eran ya conocidos por nosotros. Pero un día entró con mucha prepotencia un soldado, sin saludar, a diferencia de como lo hacían todos. Abriendo la puerta en forma violenta, sin dar explicación alguna pasó casi corriendo hacia el interior del pasillo que llevaba hacia la oficina del general de brigada y el comandante de escuadrilla de mi sección.
Al verlo pasar delante mío lo llamé para que se identificara. Lo hice en forma amable y respetuosa, como hacía con todo el mundo. Le dije “oui, oui” (sí, sí, en francés). En esa forma le pedía que me dijera quíén era y qué deseaba. Tal vez yo lo podía ayudar… era mi obligación. Pero al señor oficial, al que yo no le había visto sus jinetas, se molestó. Se limitó a mirarme con cara de odio y continuó en dirección a la oficina del comandante.
Un suboficial que había sido testigo de la situación se acercó a mí e impidió que le volviera a hablar a quien yo consideraba un simple soldado. Me dijo que quien había entrado era un Coronel del Ejército y, además, era el responsable del servicio de inteligencia. El suboficial estaba asustado y otros soldados que se enteraron del hecho me miraban con compasión e incredulidad. Para todos ellos lo que yo había hecho era una ofensa muy grande a un superior, porque me debía limitar a saludarlo, sin pedirle explicaciones de ningún tipo. Yo, sin embargo, era el más sorprendido. Sobre todo, porque nadie me había preparado para reconocer los grados de un oficial del Ejército. Mi error era produto de la mala preparación que ellos mismos me habían dado. Pero yo no tenía derecho a defenderme ni a argumentar. Por lo tanto, de nada me servirían mis disculpas. Por eso, lo único que debía hacer era escuchar pacientemente y en silencio la reprimenda del comandante.
A pesar de lo serio de la situación y la actitud enemistosa y altiva del comandante Delgado, no recibí castigo alguno sino sólo una advertencia, después de haberme gritado y corregido hasta la forma en que me había puesto, delante suyo. Es posible que el comandante en el fondo se regocijaba de que yo hubiera ofendido al coronel del ejército, puesto que entre ellos había cierta rivalidad. Muy distinto hubiera sido si el oficial “ofendido” hubiese sido un oficial de la FACH.
La casi totalidad de los oficiales chilenos son descendientes de clases altas, por lo general, de familias de militares. Muchos de esos militares eran descendientes de soldados alemanes, algunos de los cuales fueron ex integrantes del ejército alemán de la época de Hitler. Muchos de sus instructores también fueron militares alemanes. Su ascendencia social y su preparación los hacía ser más leales a las clases económicamente dominantes que a un gobierno legítimamente elegido.
Nota del 20 de febrero: recomiendo leer la siguiente página web al respecto: LA PRUSIA DE AMERICA DEL SUR de Carlos Maldonado Prieto.
En Venezuela, los militares tienen una preparación y procedencia social muy distinta a la de los militares chilenos. Gran parte de los oficiales y suboficiales vienen de las clases media y proletaria, lo que los hace estar más cercanos al pueblo. Quizás por eso no hasido posible que se los ponga al lado de la oligarquía, aunque la oposición intenta infiltrarlos constantemente. Su preparación, especialmente en los últimos años, los convierte en militares al servicio de su pueblo.
Nota del 20 de febrero: recomiendo leer MILITARES JUNTO AL PUEBLO, de Marta Harnecker.
16 de febrero, 2007.
Han pasado dos días. Nuevamente estoy en el aeropuerto de Zúrich. El viaje ha sido satisfactorio y se han cumplido los objetivos. Han sido demasiadas las emociones de este día. En pocas horas he ampliado mi círculo de amistades. Podría afirmar que tengo tres nuevos amigos. Uno de ellos es Octavio, profesor norteamericano, muy comunicativo. Lo conocí en el avión. Igual que a Susi, una chica alemana, muy guapa. En el aeoropuerto conocí a un guitarrista uruguayo, Néstor G.
Sentí cierta nostalgia cuando me separé de Octavio y de Susi. Cuando me disponía a hacer un paseo similar al del 14 de febrero, oigo una melodía. Me dejo guiar por la música y llego a uno de los pasillos que separan el aeropuerto de una galería comercial.
Allí encuentro a un guitarrista y como suelo hacer, me detengo un instante a escuchar la suave música, muy bien interpretada. Sin saber quién es, solidarizando con su trabajo le dejo una moneda y me acerco a ver un par de discos que el guitarrista tenía a la venta. Entonces el guitarrista me habla, me pregunta de dónde soy… Fué el inicio de una larga conversación. Néstor G. se llama el músico. Bromeamos, tenemos el mismo nombre de Kichner… Nos contamos parte de nuestras vidas y me da cierta envidia la situación de Néstor G. El ya hace lo que a él le gusta más. El vive para su música y la comparte con los demás. Yo aún estoy aprisionado en el mundo de los negocios. Aún no soy libre.
Después de mucho hablar, le sugerí que siguiera tocando, estaba perdiendo dinero… pero el prefirió seguir hablando conmigo. Prefería la amistad al dinero, algo que me pareció admirable, lo que muy pocas personas valoran. Néstor G. Lleva muchos años tocando la guitarra en ese sitio. Todos los que trabajan en el aeropuerto lo conocen. Con muchos de elllos se hace bromas y ellos lo alientan en su trabajo.
Dejé a Nestor G. con su música y me fuí a caminar por un pueblito cercano, Kloten. Caminé durante dos horas, disfrutando de la arquitectura antigua de ese pueblito, que en gran parte se ha conservado intacto. Tomé muchas fotografías e hice filmaciones, que pienso poner en mis páginas, apenas me sea posible.
Cuando volví al aeoropuerto reanudé mi conversación con Néstor G. Mientras él actuaba o hablábamos se acercaron varias personas que lo conocen, algunas de ellas habían sido alumnos suyos. Nos contamos algo más de nuestras respectivas vidas y luego continué mi viaje hacia Estocolmo.
Balance del viaje: positivo, fundamentalmente por la amistad ganada, con tan agradables personas.
Aquí se hacía un enlace a mis páginas web de aquella época. Pero todas esas páginas fueron cerradas.
Nota del 23 de octubre de 2015:
Hoy he vuelto a leer esta entrada y a veces me pregunto cómo pude escribir tanto en aquellos días. Pero me reconforta el haber logrado hacer un resumen de lo que había pasado en aquellos años. Necesito hacer algunos cambios y me gustaría publicar parte de esta entrada en el otro blog, puesto gran parte de mi análisis es válido en la actualidad.
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