1 de junio de, 2011
Es casi mediodía. Voy en el tren que me lleva a mi primer día de trabajo. Hoy empezaré a conocer las calles del sector donde trabajaré.
A solo unos pocos días de empezar a buscar trabajo recibí la primera oferta concreta, que acepté. Después de eso he recibido dos ofertas más, nada despreciables. Además me han enviado muchos mensajes ofreciéndome entrevistas para otros trabajos. Soy un privilegiado en la sociedad sueca, gracias a mis estudios, mi experiencia y el conocimiento del idioma sueco.
Lamento que muchos cientos de miles de ciudadanos suecos y extranjeros no tengan las mismas posibilidades que tengo yo. Pero más lamento que millones de personas no encuentren trabajo en el resto de Europa y del mundo. Los que no tienen trabajo aquí, tienen por lo menos, alguna forma de ayuda. En otros países la ayuda es menor o nula.
Desde la última vez que escribí en este blog he conocido a mucha gente. Por doquiera que voy entablo fácilmente conversaciones con suecos y extranjeros, más con suecos, por la facilidad del idioma. Hasta ahora sólo he encontrado personas simpáticas y agradables. Muchas de ellas están dispuestas a ayudarme, cuando me veo perdido en el engranaje social y administrativo, en lo que es nuevo, tanto en tecnología como en organización, que es mucho.
Iba con un poco de prisa para tomar el tren. Con tanto tiempo en el extranjero se me ha quitado la costumbre de planificar un viaje. Si pienso ir a algún sitio, lo mejor es salir a la hora que más conviene y así evitar esperas en las estaciones de metro, del tren o buses. Salgo sin programar nada. Sin embargo, hasta ahora tengo la suerte de llegar justo a la hora que va a salir uno de esos medios de transporte. Así fue como a las 10 y media pude tomar el metro que me lleva a la Estación central. Allí estaba ya el tren que me llevaría al norte de la provincia. En el momento de preguntar a alguien si ése era el tren que debía tomar (para no equivocarme) se cierran las puertas de los vagones. Hago un ademán de pesar, he perdido el tren. Pero unas senoras me dicen que apriete el botón de la puerta del vagón. Lo hago e inmediatamente se abren las puertas. Aún faltaban dos minutos para la salida, pero las puertas cierran automáticamente para no perder la aclimatación dentro de los vagones.
Hoy empiezo a trabajar aunque no estoy convencido de hacer bien o no, puesto que en el otro sitio se me ha ofrecido mejores condiciones de trabajo y mayor sueldo.
Voy con mucho tiempo adelantado (como siempre) y puedo entrar a la biblioteca. Escribo y al mismo tiempo recuerdo mi visita al médico, hace algunos días atrás. Me quedé perplejo con todo el adelanto que ha habido y la buena atención de todo el personal. Lo que no me satisface, sin embargo, es que haya que pagar por la consulta si cada trabajador paga mínimo 30% de impuesto. La consulta vale 25 dólares. Puesto que no tenía dinero en efectivo y en la cuenta del banco estoy cerca de los números rojos me dieron una factura por 30 dólares. Si pago en un banco debo pagar unos 8 dólares más. Menos mal, puedo pagar por Internet y la tarifa por el pago se reduce a casi cero. Recibo una receta. La medicina vale 69 dólares, no way, no puedo comprarla hasta que reciba mi primer sueldo. En el blog de salud narraré la experiencia de esa visita y los adelantos que he constatado, con todo detalle.
Viernes 2 de junio:
No empecé a trabajar aquel día, sólo conversamos sobre la planificación del trabajo y la firma del contrato. La fecha de comienzo sería el 7 de junio, a causa de dos días festivos que hay la primera semana de junio. El lunes 6 es el Día Nacional de Suecia.
La conversación fue constructiva. Planteé la posibilidad de trabajar en otra autoescuela durante los fines de semana. Pero la idea no le gustó a Haissal, dueno de la autoescuela.
Puesto que había tardado en comunicarme que me contratarían, yo había visitado otra autoescuela. Su dueño también me había tratado de una manera muy deferente. Me sentía a gusto en sus oficinas. El local estaba muy bien equipado. Una vez que hube hablado con Noriel ya tenía sólo dos alternativas y podía descartar cualquier otra oferta. Tanto en una como en la otra autoescuela las condiciones eran buenas, con algunas diferencias como el uso del vehículo, la forma de pago, etc.
Volví a visitar a Noriel. Le comuniqué que deseaba trabajar en los dos lados porque me sentía a gusto en los dos sitios. Pero Noel tampoco deseaba que trabajara en los dos sitios. Cada uno quería que trabajara sólo para su empresa.
Tuve que sopesar las ventajas y las desventajas. No fue fácil. En cierto modo quería ayudar a los dos empresarios. Sé muy bien lo que significa necesitar un buen professor y no es fácil conseguirlo. Yo siempre tuve difcultades en eso cuando tenía mi propia autoescuela. La mayoría de los profesores que contrataba sólo estaban interesados en cobrar un sueldo, sin importarles la preparación de los alumnos.
Finalmente hubo algunas actitudes en el comportamiento de los dos empresarios lo que me hizo elegir la autoescuela donde me pagaban un sueldo más bajo. Habían aspectos de tipo humano que inclinaron la balanza a favor de mi nuevo lugar de trabajo, además de la comodidad, con la biblioteca abierta durante más horas, un gimnasio en el mismo centro comercial, conexión a Internet, el poder practicar con los alumnos en el mismo sitio donde se da el examen, combinación de lecciones práctias con lecciones teóricas, etc. No siempre debe ser el dinero lo que se debe tomar en cuenta, cuando se busca un nuevo trabajo, aunque la diferencia de salario sea muy grande.
Por fin llegó el día de empezar. El compromiso consistía en acompañar a los otros profesores en sus lecciones los primeros días y luego recorrer solo todos los sitios en los que se podía enseñar los distintos pasos, de acuerdo con el plan de estudios. Necesitaba recordar algunas técnicas de enseñanza y eso se lograba viendo como trabajaban los colegas.
Al revisar las tarjetas de los alumnos ya me di cuenta de que no se trabaja de acuerdo a los principios pedagógicos establecidos. Casi todos los profesores son extranjeros y cometen errores idiomáticos cuando explican los ejercicios a los alumnos. Hay profesores nacidos en Irán, Pakistán y Eritrea, además de un profesor sueco. Pero no es ése el mayor problema sino la falta de pedagogía.
Al final del día pude hacer una evaluación de cada uno de los profesores. Los resultados no son los mejores, lo que hace prever que habrá problemas con todos ellos, porque yo voy a trabajar en forma totalmente distinta. Soy el más antiguo de todos, el que tiene más experiencia y posiblemente mayores conocimientos. Con lo que ví ese día pude constatar que no necesito muchos días para recuperar un buen grado de rendimiento. Después de esas horas sentí renacer en mí toda esa energía que me caracterizaba cuando trabajaba antes en esta profesión.
El plan de estudios se asemeja mucho al que yo tenía, hasta podría decir que parece una copia del mío. El material de teoría es el mismo que yo utilizaba y el orden de los ejercicios, también. En los libros encontré coincidencias con mi forma de enseñar y me servirán para contrarrestar posibles críticas de los otros profesores en el futuro. Da la impresión de que ellos no utilizan mucho el material sino que se basan únicamente en lo que ellos consideran buena técnica de enseñanza, olvidando principios pedagógicos fundamentales.
Hay varias cosas que son comunes para todos (debo decir que sólo me falta acompañar al profesor sueco). Todos utilizan intervenciones bruscas y asustan a los alumnos. Frenan o toman el volante cuando los alumnos pierden algún detalle importante. Esas intervenciones se deben hacer sólo cuando es absolutamente necesario. Pero ellos lo aplican como una táctica sistemática, lo que perjudica el aprendizaje de los alumnos.
Otro error pedagógico consiste en que no se hace la demostración de un ejercicio, cuando el alumno es principiante o cuando tiene muchas dificultades para llevarlo a cabo. Los profesores se limitan a insistir en que es error, que lo hacen mal, que cómo es posible que vuelvan a cometer los mismos errores, que cuántas veces les han dicho lo que tienen que hacer, etc.
De acuerdo a la técnica pedagógica, los ejercicios deben componerse de tres etapas importantes y es algo que se les debe enseñar a los profesores privados. Con mayor razón se debe aplicar esa forma por los profesores de autoescuela.
- Demostración: se lleva a cabo el ejercicio y se le explica al alumno cómo y por qué se hace de una maniobra de una manera. La demostración debe ser clara y corta.
- Ejercicio instruido: esta segunda etapa consiste en dirigir al alumno en el ejercicio. El alumno conduce pero se le ayuda en todo lo que deba hacer.
- Ejercicio independiente: Esta es la parte más importante y más larga de una lección práctica. Se deja que el alumno practique solo. No se le corrige si comete errores. La corrección se hace en una evaluación, al detenerse después de algunas repeticiones.
Hay más etapas y técnicas, pero me limito a mencionar lo más importante.
Lamentablemente, ninguno de los profesores que he acompañado lleva a cabo los ejercicios como deben ser. El que mejor trabaja es el que tiene menos experiencia de todos, solo dos años.
Otra forma errónea que tienen de trabajar los profesores, tanto de esta autoescuela como la de Noriel, es tomar las manos de los alumnos (léase alumnas) para hacerlos trabajar con la palanca de cambios o con el volante, algo absolutamente innecesario y que puede ser contraproducente, especialmente si se trabaja con alumnas musulmanas o católicas ortodoxas. No creo que a sus maridos o a sus padres les guste que alguien tome las manos de sus esposas o hijas para que éstas sientan cómo se deben usar las palancas y botones del vehículo.
Todas estas cosas las debo hablar con todos cuando tengamos una reunión. Pero tengo que hacerlo con mucho cuidado para que no se sientan mal y se transformen en enemigos, Pero son cosas importantes y delicadas. El dueño de la autoescuela está interesado de que se logre una buena reputación basada en tres lemas fundamentales: Seguridad/Pedagogía/Ambiente (medio). Estoy totalmente de acuerdo con esos lemas, puesto que han sido míos durante toda mi vida professional.
Suecia es el país más avanzado del mundo en lo que respecta a enseñanza de choferes. Pero se comenten muchos errores tanto en las autoescuelas como en las instancias burocráticas que están a cargo de la preparación de alumnos, su examinación y el control de las autoescuelas. En el futuro reactivaré un blog que actualmente está inactiva en estos momentos, destinado a denunciar todos los errores del sistema nacional sueco sobre todo lo que concierne a las licencias de conducir.