Había un poco de sol, aunque la mayor parte del día ha estado nublado. Después de terminar con algunos asuntos urgentes, sentí la necesidad de salir a caminar. Necesitaba meditar un poco. Ya los días se me van escapando, haciéndose más cortos. Desde el solsticio de verano se hacen más cortos los días en Suecia pero para mí son cien veces más cortos. Ya estoy inmerso en la vorágine del trabajo, ayudando a decenas de alumnos deseosos de obtener su licencia de conducir sueca. No puedo decir que es un trabajo sacrificado; al contrario, es gratificante y divertido. Se logra una gran armonía con los alumnos, la mayoría son muchachas jóvenes pero también hay personas de avanzada edad y de ambos sexos. Es grato ver cómo van aprendiendo, superando el miedo y el nerviosismo.
Tengo poco tiempo para leer, hace días que no tomo un libro, sólo leo en Internet, pero no la misma cantidad de periódicos ni de artículos, como hacía antes. Casi no escribo en mis blogs. Es imposible. Ni siquiera me queda tiempo para preparar comida y estoy ingiriendo platos preparados, no siempre con la cantidad de proteínas y vitaminas que yo quisiera.
Como decía, sentí de pronto una gran necesidad de salir a caminar, sólo caminar. Pero llevé mi cámara, por si había algo interesante que captar en el visor. Tenía una vaga esperanza de encontrar a la mujer que me robó la billetera, pero sé que ya será imposible. La mujer ya se habrá tenido el cabello y habrá tirado sus muletas. Hasta es posible que esté disfrutando de un bello paisaje en Estambul o en Palmas de Canarias, como hacen muchos suecos o extranjeros residentes en esta época.
Hace unos días me llegó un paquete enviado por la policía. Era la billetera, con todos los documentos, menos el dinero y un billete de la lotto que seguramente tenía premio. Casi siempre gano algo en la lotto. De hecho, hoy canjée un cupón premiado, aunque era una cantidad muy pequena.
La plaza de Skärholmen estaba casi vacía. Sólo había extranjeros. No vi un solo ciudadano sueco. Recorrí algunos sectores que no conocía. Tomé un funicular que me llevó a una montana, la parte más alta del sector. Luego caminé durante mucho tiempo por las distintas calles. Habría caminado más pero unos zapatos nuevos me apretaban mucho el empeine y me ocasionaba dolor. Cuando los compré no me apretaban mucho, pero he aumentado de peso y casi toda la ropa me queda estrecha. De algunas camisas ha saltado más de un botón. Creo que estoy abusando de la alimentación.
Este será el último domingo libre, a partir de la próxima semana trabajo todos los días de la semana. Es mi forma de trabajar.
He reflexionado mucho sobre lo que sigue aconteciendo en los distintos continentes, no pierdo la lectura de los más importantes periódicos. Oigo las radios BBC y de Holanda en inglés. Leo varios periódicos espanoles y latinoamericanos, además de los periódicos suecos (los peores de todos). Veo trozos de algunos de los programas de VTV. Así siempre estoy bien informado de lo que ocurre en el mundo.
Mis pronósticos han fallado, ha habido un nuevo terremoto en Japón aunque no ha sido muy fuerte, sólo de 7 grados. Mis previsiones son las de un terremoto en California, Estados Unidos, que puede ser el más grande ocurrido hasta ahora en esa zona.
Lamentable la muerte del cantautor Facundo Cabral. Siempre es lamentable el asesinato de cualquier ciudadano. Pero no creo que alguien quisiera matar al cantante argentino. Ese hombre era un buen cantante y filósofo, pero no representaba peligro para nadie. Muchas de sus ideas eran bastante reaccionarias. Por lo tanto, lo más creíble es que se tratara de un error.
Lamentable el ataque armado en Colombia, donde murieron y quedaron heridos muchos inocentes. Se acusa a las FARC del ataque, pero no es seguro que así sea. Hay muchos movimientos que están en pugna y también puede ser un ataque simulado del gobierno.
Libia sigue siendo bombardeada, mientras manifestantes en Estados Unidos protestan por la injerencia de la OTAN y Obama en el país africano. Los manifestantes hacen notar cómo se hacen recortes sociales en el gran país del Norte mientras se invierten millones de dólares en la fabricación de bombas para atacar a pueblos que tienen derecho a definir su propio destino.
Nace un nuevo país, Sudan del Sur. Pero no se sabe quiénes van a ser más beneficiados con la división del gran país africano. Mientras tanto continúan las protestas en Egipto, donde se ha enganado al pueblo con falsas promesas de cambio. Por supuesto que las grandes empresas norteamericanas, europeas y japonesas van a hacer jugosas ganancias con el petróleo de Sudán. El 98% del petróleo está ubicado en el nuevo Sudán del Sur. El antiguo Sudán se queda sin petróleo y sigue enfrontando un bloqueo económico de Estados Unidos. Como siempre, el Imperio logra lo que deseaba.
Espero referirme a todos esos temas cuando tenga tiempo suficiente.