¿Cuantos años hace que no dictaba una clase? Creo que ya son cuatro años desde la última vez.
No es fácil dictar una clase que contiene varios temas distintos, que se deben analizar en sólo tres horas, máxime si la clase se dicta en sueco, idioma no usado durante mucho tiempo.
No he olvidado la mayor parte, pero hay algunas expresiones que tardan en tomar forma en la mente.
Lo que sí se ha mantenido incólume es la facilidad para motivar y activar a los alumnos. La comunicación es completa y todos los asistentes de la clase se ven obligados a participar.
No fue una de mis mejores lecciones. No tenía material hecho por mí mismo sino preparado por otras personas. Hay algunas imágenes o textos que no me gustan o son inadecuados. El orden tampoco es el óptimo. Reconozco que quienes han trabajado con el material de Power Point han hecho grandes esfuerzos y han incluido todo lo más importante que se debe discutir con los alumnos. Pero hay que mejorarlo mucho. Por otra parte, hay muchas cosas nuevas y no he alcanzado a actualizar mis conocimientos.
Tenía sólo doce personas en la clase; ocho mujeres y cuatro hombres. La mayoría eran alumnos que toman clases prácticas conmigo, por lo tanto la comunicación es más fácil con ellos.
Esta nueva experiencia, el regreso a una de las actividades que más me gusta, me ha reconfortado y reforzado mi optimismo. La experiencia en una sala de clases sirve para poder abordar cuaquier tema, previo conocimiento cabal de los temas a abordar.
Mis alumnos no podrán leer este artículo, porque no saben español ni saben que escribo en mis blogs. Pero si algún día lo hacen quiero que sepan que estoy agradecido de que hayan participado y sigan participando en mis clases. Ellos son una especie de sabia renovadora que me ayuda en la la búsqueda de la perfección en la técnica de la enseñanza.
!Viva la pedagogía!