En Suecia tuve la oportunidad de conocer muchas guarderías infantiles, en distintas épocas, durante más de 35 años. Tuve muchas críticas con respecto a su funcionamiento e hice denuncias contra el personal o la dirección de la mismas.
Allí hay muchos tipos de guarderías. Las hay públicas y privadas. Pero todas se rigen por el mismo sistema. Desconozco cómo funcionan actualmente, puesto que los recortes de los gobiernos conservadores han empeorado mucho lo que en una época se llamaba «la sociedad del bienestar», lograda por las políticas reformistas de los gobiernos socialdemócratas. Pero los cambios tienen que ver más con las ayudas a familias con bajos recursos, que seguramente han disminuido.
Las guarderías suecas se diferencian enormemente de las de otros países. Por ejemplo, en este país escandinavo no se exige que los niños usen uniforme. Cada padre de familia envía a sus hijos como considere adecuado vestirlos. Tampoco se exige uniforme en las escuelas. En el siguiente vídeo (VER) se puede ver cómo es una guardería infantil, en una de sus salas de juego. Los padres pueden visitarlas cuando lo deseen y se exige una adaptación gradual, la primera semana. Los padres asisten junto a los niños durante esa semana y van disminutyendo las horas de compañía hasta que los niños se sienten seguros en un nuevo ambiente. En este caso, un padre filma a su hijo. Los niños van descalzos, con calcetines o con zandalias, no se usa calzado de calle.
El pago del servicio se hace de acuerdo a los ingresos de los padres. Mientras mayores salarios tienen los padres, mayor es la tarifa que deben pagar. Si los padres tienen bajos ingresos, el Estado paga la diferencia.
Los padres no necesitan pagar por la comida ni por los materiales de estudio. Todo está incluido en la tarifa mensual.
Supongo que en otros países escandinavos e incluso en algunos otros países europeos el sistema es similar o parecido.