El día de hoy amaneció hermoso. Apenas había algunas nubes en el cielo. El sol estaba radiante. Se sentía el aire de primavera. Las calles estaban casi vacías. En Suecia se celebra un día extra de Pascua, el «día después de la Pascua», señalado con rojo en el calendario.
En el gimnasio había poca gente, por lo tanto era más fácil elegir los aparatos necesarios. Hice mi entrenamiento como de costumbre y por primera vez conocí allí a un ciudadano chileno, de nombre Manuel. Sólo intercambiamos algunas palabras. Cuando él llegaba yo me iba. En el centro comercial he visto a muchos chilenos, desde que empecé a trabajar en esa zona. Hay un grupo que se reúne en la sala de comedores. Pero nunca les he hablado. No sé si lo haré algún día. Creo que no tenemos temas en común ni la forma de poder hablar. Ellos se expresan en un dialecto que se caracteriza por hablar con palabras insultantes y se caracterizan por hacer bromas sin mucho sentido. Además, es posible que sus intereses sean totalmente distintos a los míos
Al mediodía empezó a soplar un fuerte viento. Y con el viento volvió a aparecer el frío. La transición del invierno a la primavera es lento. Aún así, ya han aparecido las primeras flores en los suelos antes helados. Una de ellas es la hepatica (blåsippa) VER EN ESPANOL.
Sigo leyendo a Miguel Hernández. Hoy terminé de leer «El labrador de más aire». Me gusta leer rápido, pero las obra poéticas no se deben leer muy rápido. Hay que degustarlas, como una buena comida o una buena bebida. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una pieza de teatro. La trama es interesante y los personajes muy divertidos y musicales gracias a la pericia en el uso de la pluma de Miguel Hernández. Gracias a esta obra se puede reflexionar sobre la debilidad humana, la envidia y la sumisión ante el poder económico de los patrones o duenos. La traición y la cobardía de un hermano de clase es utilizado por los explotadores en infinidad de oportunidades.