Cinco de la mañana en el gimnasio vacío. Soy el único que entrena un sábado a esa hora. Todas las máquinas están libres. Hay cuatro televisores conectados con programas que no me interesan. Tiempo para entrenar, para leer y pensar. Ya no uso los buses porque por fin me dejan usar el automóvil, por lo tanto no tengo los minutos de lectura de antes. Lo compenso leyendo mientras hago bicicleta. Es la única hora del día que leo algo impreso. Antes de salir de casa alcanzo a ver un trozo del programa Dossier. Esta mañana pasaron (anoche de Venezuela) una entrevista a Tomás Borge, gran hombre, ejemplo de sacrficio por la causa revolucionaria (ver 1). La entrevista se hizo hace un tiempo atrás pero se ha vuelto a mostrar como un homenaje al desaparecido líder nicaragüense (ver 2).
Después del gimnasio, las clases de cada día, recorriendo autopistas, caminos rurales o zonas residenciales con bellos paisajes. La mayoría de los alumnos conducen automóvil con cambio manual. Algunos lo hacen con cambio automático. Volkswagen Golf y Toyota Prius, dos vehículos muy modernos, con todas las comodidades, son mis herramientas de trabajo.
La mañana es tranquila, poco tráfico. Se alcanzan a repetir muchas veces los ejercicios puesto que no hay colas en ningún sitio. Los semáforos son automáticos y se ponen en verde cuando nos acercamos a ellos. A las cuatro de la mañana ya está claro y el sol avanza desde levante con un gran resplandor. Al mediodía aumenta el tránsito, pero no demasiado. Trabajamos con la velocidad, la técnica de búsqueda y la conciencia de riesgos. Son cosas que no se imaginan quienes obtienen su licencia de conducir en otros países. Cada alumno paga mínimo 714 dólares y hasta varios miles de dólares antes de obtener su carnet.
Este es un camino rural entre Täby Centro y Täby Kyrkby. Cada día se toma este camino por lo menos una vez. Está lejos del centro de Sollentuna. Los profesores ya lo conocemos de memoria y hasta llegamos a saber qué cantidad de vehículos circularán a distintas horas. Es una de las cincuenta o más alternativas el día del examen.
Por la tarde ya se pueden ver estos paisajes. Este es un camino aún más pequeño que el anterior, que bordea el lago Edsviken.
La mayoría de los alumnos son extranjeros y muchas veces tienen dificultades con el idioma. Los profesores nos encargamos de enseñarles a conducir y de paso a aprender mejor el idioma sueco. Muchas veces se mezclan distintos idiomas en una misma lección.
Por la tarde sopla un fuerte viento. Caen más ramas pero muchos árboles se mantienen intactos. Muchos frutales ya empiezan a florecer. Los primeros han sido los cerezos y los guindos, luego los han seguido los manzanos. La primavera es armonía y belleza. Aquí abajo la foto de un guindo, frente al estacionamiento de la auto-escuela.