Hago un alto en el camino para expresar un sentimiento. Mi vida actual es de trabajo intenso, inmerso en la sociedad capitalista europea. No hay mucho lugar para el arte ni para la distracción. No hay sitio para escribir artículos ni pequeños libros para ayudar en la preparación ideológica, una de las tareas más importantes que me he trazado. No hay espacio para llenar páginas de ideas y reflexiones. No hay tiempo para tomar una guitarra o para buscar melodías en las teclas de un piano. Sólo hay sitio, espacio y tiempo para trabajar intensamente y en forma sacrificada.
Pero, a pesar de todo el peso y el abrumador cúmulo de tareas y responsabilidades, algunas veces hay pequeños reductos en la actividad mental que afloran e inspiran a expresar un sentimiento profundo. Por eso hago ese alto en el camino, un alto para respirar y para desahogar el espíritu, un alto para liberar una angustia, para apaciguar un grito contenido.
LAS LÁGRIMAS DE UN PUEBLO
Entiendo tus lágrimas, mujer
sacrificada y soñadora
Entiendo tus lágrimas, hombre
esforzado y trabajador
Entiendo tus lágrimas soldado
imponente en tu uniforme
y las lágrimas de los campesinos
de las ancianas y los ancianos
que nunca antes vieron justicia
en una patria que estuvo secuestrada
Entiendo tus lágrimas estudiante
que antes no tuviste escuela ni universidad
y las lágrimas de tus hermanos
que durante siglos sólo miseria conocieron
Entiendo tus lágrimas ama de casa,
dependienta y camarera
enfermera y costurera
Entiendo tus lágrimas, hijo de la sierra
de la costa y de la sabana
de cualquier parte de Venezuela
de cualquier lugar de América Latina
de cualquier punto del planeta
porque a todos los rincones llegó
el mensaje del Libertador
vilipendiado y satanizado por sus adversarios
defensores de la avaricia y el capital
A todas partes llegó con el viento
la semilla de la esperanza
Entiendo tus lágrimas, amigo
sé que no se pueden evitar
esas lágrimas son como torrente
de incontenible dolor
Entiendo tus lágrimas, hermano
y las siento verdaderas
Sólo los canallas las pueden desconocer
porque los canallas no saben llorar
sólo saben cuidar sus cuentas bancarias
y los intereses de sus amos del Norte
Entiendo tus lágrimas porque son las mismas
que yo también siento cada día
con sólo oír su nombre o su voz
Comandante, tu pueblo te llora
porque le duele tu ausencia
pero ese llanto no es sólo de pena
ese llanto es de compromiso
de fuerza y decisión incontenible
Ese llanto es la continuación de tu vida
y la consolidación del socialismo
para dar por fin a tu pueblo
la mayor suma de posible felicidad
como lo quiso antes Simón Bolívar
y como lo ha dicho Evo
para lograr el buen vivir
Duerme tranquilo, Comandante
que millones de nuevos Chávez
construirán una nueva sociedad
esa sociedad que tú soñaste
de verdadera justicia e igualdad.
Néstor, 17 de marzo, 2013