Estaba preparando una entrada nueva, un completo análisis sobre lo que ha ocurrido en Venezuela durante los últimos días. Mis actividades laborales no me lo han permitido. Hoy, al llegar de mi trabajo, he visto la parte de un acto celebrado en la Plaza Bolívar de Barcelona. En ese acto se conmemoró la memoria de un ciudadano chavista asesinado en uno de los tantos ataques violentos que llevaron a cabo las hordas opositoras en muchos lugares de Venezuela.
Fueron ocho los muertos ocasionados por los ataques que fueron promovidos por Henrique Capriles y sus lugartenientes, además de muchos heridos y destrozos. En esas «manifestaciones pacíficas» se incendiaron viviendas nuevas que habían sido construidas gracias a la Misión Vivienda Venezuela (VER) y oficinas del PSUV.
También se atacaron o asediaron hospitales de la Misión Barrio Adentro (VER), Mercales (VER), la vivienda de la presidenta del Consejo nacional Electoral (VER), viviendas de dirigentes de trabajadores y muchas instalaciones, que se han sumado a una serie de sabotajes a servicios indispensables como el servicio eléctrico, lo que se ha hecho ya durante muchos años.
El ciudadano asesinado, Henry Rangel (VER), «cometió el error» de defender un CDI que era asediado por un grupo de fascistas.
No tengo tiempo para escribir, por ahora. Pero he querido referirme en forma resumida a estos lamentables hechos. Lo que más me ha conmovido al ver el acto referido fue ver llorar a la madre de Henry, que tenía una rosa blanca en su mano, símbolo de la paz y el amor. No pude resistir y lloré al mismo tiempo que la veía. Y pensaba que esto es lo que los fascistas enemigos del pueblo jamás van a entender. A ellos los domina el odio y la intolerancia. La vida de inocentes no tiene importancia para ellos.
Lamentablemente hay muchos venezolanos que no entienden la diferencia entre la Revolución y el fascismo, instrumento del capitalismo parar frenarla. Confundidos por las inteligentes campañas de los medios de comunicación de la burguesía (que muchos no entienden su significado y llegan a negar su existencia) se confunden y no son capaces deidentificar a quienes infunden el odio entre los venezolanos. El odio es un arma de las clases explotadoras, de las clases reaccionarias, enemigas de los pobres.
Para esta noble mujer, madre del héroe asesinado, un sencillo saludo:
TE VI LLORANDO
Te vi llorando, mujer
con tu rosa blanca en la mano
nunca más volverás a ver a tu hijo
que te arrebató la cobardía y la insidia
que te secuestró la intolerancia y el odio
Te vi llorando, mujer
y con tus lágrimas las mías brotaron
sintiendo la misma angustia que sentí un día
la misma angustia que sintió tu hijo
junto a millones de gente humilde
cuando Hugo Chávez falleció
Te vi llorando, mujer
y en la distancia extendí mi brazo
intentando llegar hasta tí
hasta tu esposo y toda tu familia
para entregarte mi solidaridad
Te vi llorando, mujer
mientras se oían los sones de una marcha
y las palabras del fallecido Comandante
Eran las palabras y las ideas
por las que millones de trabajadores
dispuestos están a morir
defendiendo la salud de los pobres
su alimento y sus viviendas
Te vi llorando, mujer
y cuando levantaste aquella blanca rosa
pensé: «cuán grande es el amor del pueblo
que a pesar de la tristeza y la rabia
extiende su mano amiga al adversario
que enajenado por Globovisión y Capriles
no entiende el mensaje de amistad»
Te vi llorando, mujer
junto a tí muchos camaradas nobles
prometían continuar la lucha
que es la misma lucha
de los oprimidos de nuestro planeta
Te vi llorando, mujer
y seguiré recordando tu llanto
porque es el mismo llanto
de otras siete mujeres
que perdieron un hijo o una hija
por manos de asesinos fascistas
Te vi llorando, mujer venezolana
y cada día que vea una rosa blanca
me acordaré de tu llanto
de tu dolor y tu impotencia
Ojalá que los asesinos algún día
terminen de asesinar inocentes.