Cada mañana y cada noche veo las ventanas virtuales hacia el mundo exterior. Trato de conjugar mi propia realidad con la realidad que se vive en el resto del mundo y a veces parece que son mundos distintos, muy distantes, no sólo en la distancia geográfica sino también en el tiempo. Es como si estuviera experimentando muchas realidades de varias épocas. Mi propia realidad se presente difusa, como si yo mismo estuviera sorprendido por las cosas que hago, desviado un poco de mis metas principales.
Tengo tres hijas y cada una de ellas tiene su mundo. Mi hija mayor sufre de una enfermedad que la medicina sueca no ha logrado curar. Mi hija de 16 años va a empezar su práctica para postular a su carnet de conducir. Puesto que nos vemos periódicamente y analizamos juntos sus lecciones de historia o lecturas de material científico, conducirá conmigo, espero que hasta que cumpla los 18 anos, cuando dará su examen. Mi hija más pequena está en constante peligro, en Maracaibo, donde las «protestas pacíficas» de la oposición siguen aterrorizando a la población.
Con este panorama también suceden cosas en mi vida laboral. Ayer recibí una buena noticia, después de contactar a Transportsyrelsen (La Dirección de Transporte). Después de algunas investigaciones y mensajes recibí la información de que mi título como Utbildningsledare (Director de Educación) está vigente y puedo dirigir mi propia auto-escuela. Por lo tanto, ya me he decidido por abrir una nueva auto-escuela más pronto de lo que había pensado antes. Tener ese título es un alivio enorme, porque no dependeré de otras personas para empezar mi actividad comercial. Ya he encontrado un buen local para tal objetivo.
La noticia me ha aliviado y alegrado, aunque la alegría está opacada por lo que he dicho sobre la situación en la que se encuentra mi hija, en Venezuela. No solo mi hija me preocupa sino los problemas de todas mis hijas, además de todos los seres queridos de Venezuela, mis amigos y camaradas de lucha, que ya no pueden caminar tranquilos por sus calles, bloqueadas por barricadas y con muchos bandidos al acecho en cualquier esquina.