Nuevamente hubo elecciones en Europa. Resultado: los pueblos siguen dormidos, aunque para algunos optimistas ya han despertado. Los partidos de la burguesía, establecidos desde siempre, aunque cambiando sus nombres y sus líderes, siguen teniendo el control y lo seguirán teniendo por mucho tiempo, hasta que algún día sí despierte el pueblo. Ese día parece muy lejano aún. Las fuerzas de la oligarquía internacional tienen muy bien estructurados y asegurados todos sus órganos de poder y todos los instrumentos de defensa de esos poderes. Para ello cuentan con el dinero suficiente y con la gran mayoría de los medios de comunicación, propiedad de grandes magnates.
Es verdad que algunos partidos de izquierdas, especialmente aquellos de reciente formación, han obtenido mejores resultados que antes. Pero los grandes partidos conservadores y socialdemócratas han logrado la gran mayoría de los parlamentarios. También algunos partidos que se denominan ecologistas, feministas o de otra índole, que tienen programas ambiguos y que más dividen a la izquierda que unirla, han tenido mejores resultados que anteriormente, algunos nacen ahora, como el partido fi (feminist initiativ = iniciativa feminista) sueco. Pero esos partidos jamás van a tener suficiente peso y van a pasar a engrosar la lista de partidos que se someten a los partidos que tienen mayor poder. Tampoco se debe menospreciar el aumento que han experimentado los partidos denominados nacionalistas pero que tienen tendencias fascistas. El mayor éxito lo ha conseguido uno de esos partidos en Francia, la cuna de la Revolución Burguesa. Esos partidos no tienen gran poder de influencia actualmente pero pueden llegar a ser tan grandes como una vez lo fue el partido nazi alemán, liderado por Adolfo Hitler.
También hubo una elección en Ucrania, cuya democracia fue aplastada por los actuales gobernantes, también ellos de corte fascista. El resultado no podía ser otro que un retroceso; ha ganado un magnate, un hombre que no representa al pueblo ucraniano, pero que logró ser elegido gracias a su dinero y a su engañosa política de unidad nacional.
En Colombia los primeros lugares en las elecciones presidenciales fueron para los dos partidos más conservadores. Uno de los candidatos, actual presidente de ese país latinoamericano, era la mano derecha del ex presidente Alvaro Uribe. Este personaje ha evolucionado y ha intentado lograr la paz con las fuerzas guerrilleras. Pero Alvaro Uribe prefiere la guerra total y «definitiva», como fue siempre su sueño. El candidato que apoya Uribe, Oscar Zuloaga, ha sacado más votos que el presidente Santos, aunque la diferencia es muy poca. Sin embargo, algunos periódicos españoles han dicho que ha ganado, sabiendo que nadie ha ganado en la primera vuelta y por eso se debe ir a una segunda vuelta.
En Egipto se llevan a Cabo elecciones, sin la participación de los Hermanos Musulmanes, a quienes se ha proscrito y se ha sentenciado a muerte a muchos de sus líderes. El candidato favorito es el ex jefe del ejército, Abdel Fattah al Sisi.
En Tailandia se produce n nuevo Golpe de Estado y dentro de algunos meses tal vez se lleven a Cabo elecciones. En esas elecciones ganará seguramente un magnate o un jefe del ejército. La historia se repite en todas partes. Se quiebra la institucionalidad y se imponen dictaduras y luego se eligen gobiernos títeres que siempre van a favorecer la política internacional dirigida por Estados Undidos y sus aliados. El imperio se sigue consolidando, utilizando la fuerza y haciendo creer al mundo que defienden la democracia. Sus esfuerzos por apoderarse de todas las riquezas naturales del planeta y someter a todas las naciones a su antojo (imponiendo un modo de producción destinado al fracaso) sigue su curso normal. ¿Hasta Cuando?
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