ESTANCAMIENTO MENTAL

Lo que escribí ayer sobre la inactividad mental es una autocrítica que se debería extender a otros días. Hago mi trabajo con mucha efectividad. Mis alumnos obtienen buenos resultados y la comunicación entre nosotros es excelente. Puedo concentrarme al cien por ciento en lo que cada alumno necesita para mejorar su preparación. Pero en lo que respecta a mis estudios, lectura y actividad intelectual me siento estancado. Me agobian los problemas que aquejan a los pueblos sometidos a las guerras y a las injusticias pero nada hago por evitarlos. Sé que no tengo capacidad para llevar a cabo ayudas concretas pero podría hacerlo si me ocupara más de algunos problemas específicos, aunque fuera a menor escala. La única forma de lograr algo sería uniéndome a grupos de personas que piensen como yo y que estén dispuestas a luchar juntos. Pero no puedo abandonar mis actividades laborales y comerciales porque forman parte de mi superación económica para algún día estar en condiciones de aportar un pequeño grano de arena. Es una especie de obsesión: primero preparación.

Lo malo es que paralelamente a mi inactividad mental estoy descuidando mi alimentación. Ya no preparo comidas, por haberme cansado de hacerlo únicamente para mí y porque ocupan mucho de mi tiempo que necesito para trabajar, entrenar y descansar. A veces como algo de pan y alguna verdura. Otras veces abro una lata de conservas. Incluso llego a comer sólo alguna fruta y nueces o maní. Intento ingerir alientos sanos, de todos modos. Pero no siempre son los adecuados. No obstante, los días de semana almuerzo en restaurantes, no siempre la comida que yo quisiera.

CÓMO LEER MIS BLOGS

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s