Ha muerto un gran hombre, un sabio
Ha muerto un hombre honesto, un líder
Ha muerto un hombre inteligente, un valiente
A veces iluminado, otras veces triste
Muchas veces airado, otras tantas paciente
Recuerdo su voz firme, al pronunciar sus discursos
pausada, clara, agradable y sonora
al igual que en sus conversaciones, en entrevistas
palabras tranquilas, bien pronunciadas
producto siempre de un adecuado razonamiento
pedagógico y elocuente, elegante y convincente
maestro en las trincheras, en la sierra y en las plazas
Ha muerto un padre de la esperanza
un hermano, un guerrero solidario
un fiel defensor de los derechos humanos
y de los derechos a la supervivencia
de la especie humana sobre nuestro planeta
Ha muerto un hombre, con virtudes y deficiencias
un hombre que como todo hombre
muchas veces se equivocó
pero que nunca perdió el amor por su pueblo
ni por los pueblos del mundo
Ha muerto Fidel pero su recuerdo vivirá
en todos los hombres y mujeres libres
en su pensamiento y en su forma de actuar
¡Adiós, Comandante, hasta la victoria, siempre!