Entrada comenzada el 8 de marzo.
Ya se sabía que si febrero era invierno suave, marzo sería fuerte. Y así ha sido. Hoy están todas las carreteras cubiertas de nieve. Ha habido muchos accidentes por todas partes y los servicios de transporte público, somo trenes y autobuses, se atrasan y la gente no puede llegar a tiempo a sus trabajos u otras actividades. Empezó a nevar ayer pero los servicios de mantenimiento no han alcanzado a quitar la nieve de las calles. En medio de ese caos, una de mis alumnas logró aprobar su examen de conducción. La pueden ver aquí:
Esta mañana pude entrenar en forma completa. No lo hacía desde hace varias semanas por falta de tiempo. Logré ir muy temprano al gimnasio y estuve allí tres horas, suficiente para entrenar bien y luego relajarse en el sauna. ¡Qué maravilla! y pensar que en otros países esto es imposible de hacer. La mayoría de la población de esos países no tiene el hábito de cuidar su salud entrenando. Lo que aquí hay en cada comuna allí no lo hay en toda una ciudad. En la comuna donde vivo (Sollentuna) hay mínimo 50 gimnasios, sin considerar los que hay en distintas salas de deporte, que son muchas. Si sumamos los gimnasios de todo el Gran Estocolmo, son más de 1300. En cuanto a las características de estos gimnasios, son todos completos con muchos aparatos para entrenar grupos de músculos por separado. Todos tienen sauna y algunos tienen otros servicios como guarderías para dejar los niños mientras los padres entrenan, solarios y otras cosas. En muchas salas de entrenamiento hay piscinas. Digamos que todos tienen casi las mismas características que tienen los famosos SPAS que hay en otras partes o aquí mismo. En estos sitios se puede entrenar en forma individual -como lo hago yo y la mayoría de la gente que entrena- o en grupos. Aquí se puede ver una parte del gimasio donde entreno mínimo tres veces por semana:
Cuando estuve en Cuba no pude ir a gimnasio alguno. Tal vez los hay en La Habana pero no sé dónde están ni cómo se va a ellos. Lo que hice fue salir a correr por las mañanas a un parque que hay en El Vedado (un sector de La Habana), donde hay un monumento metálico en homenaje a un gran artista cubano, Wilfredo Lam (ver). Aquí una foto del parque, entre las calles 14 y 15:
Quise ir a nadar a la playa, que tenía muy cerca y se veía desde la terraza de mi apartamento, pero no tenía con quien ir. No puedes dejar las cosas solas en la playa mientras te sumerges en al agua. ¡Con lo que me gusta nadar! No hice otros ejercicios físicos. Caminé mucho por casi todo El Vedado. Pero caminar no es un ejercicio, para mí. Más de esto escribiré en el reportaje sobre Cuba, que tengo pendiente.
abcnestor 