El ejercicio físico es necesario para todos. Aunque algunas profesiones u oficios requieren mayor cantidad o mayor intensidad. No se puede equiparar a un trabajador de la construcción con un oficinista, por ejemplo. Sin embargo, ambos necesitan ejercicio físico. Estos pueden ser determinados por el tipo de trabajo que se ejecuta y la frecuencia o repetición de los movimientos que se está obligado a hacer. La cajera de un supermercado hace movimientos rápidos y repetitivos hacia un lado. Eso requiere esfuerzo, pero solo una parte de la musculatura trabaja y en forma demasiado intensa y sin equilibrio necesario. Ese tipo de trabajos puede provocar desviaciones en la columna vertebral y algún tipo de hernia o dolor muscular o de articulaciones en una parte del cuerpo. Una persona que cuenta dinero en un banco o actividad similar trabaja con una sola mano, incluso con sólo una parte de la mano o el brazo, lo que puede provocar inflamaciones como el «codo de tenista» (epicondilitis lateral). Lo mismo ocurre con alguien que trabaja mucho con el ratón del ordenador. Lo ideal es que una cajera, por ejemplo, combine su trabajo en la caja con otro tipo de trabajo. Las empresas propietarias de los supermercados deberían tener la obligación de hacer rotar a sus empleados en distintos trabajos. Las cajas deberían estar instaladas, de tal modo que se pueda trabajar del lado contrario, en forma alternativa.
En todos los lugares de trabajos en los que se trabaja mucho de pie o sentado, se debe recomendar detener el trabajo cada media hora para hacer ejercicios musculares suaves y/o de relajamiento o respiración. En los trabajos en los que hay más movilidad, como choferes de taxi o de otros vehículos o medios de transporte, debería ser obligatorio o recomendable, hacer ejercicios de relajamiento. En todo tipo de trabajo sería conveniente detener las actividades y permitir que todos los trabajadores tomen una pausa de mínimo media hora (aparte de la hora de almuerzo y otras pausas) para relajamiento total de mínimo veinte minutos. Ese relajamiento se puede combinar con una corta siesta, de ahí la media hora. Eso ya lo hace mucha gente que trabaja en dos jornadas al día. En algunos países se mantien la costumbre de cerrar el comercio al mediodía para que la gente tome su siesta. Todos los trabajadores deberían tener acceso a la información adecuada para hacer ese relajamiento en la forma más óptima. Eso aseguraría un mayor rendimiento en el trabajo y menos estrés. Es posible que esto se haga ya en algunos países, pero no es algo generalizado ni expandido siquiera a nivel estatal o regional.
Qué cantidad de ejercicio, qué intensidad, qué tipo de ejercicios y cuánto tiempo dedicar a esta actividad es algo que depende de cada persona, pero se puede hacer recomendaciones de un mínimo de tiempo. Son muy contados los casos en los que no se pueda hacer ejercicio físico, puesto que la variedad es enorme. Lo importante es contar con la ayuda de un profesional, en caso de enfermedad que pueda impedir ejercicios normales. Lamentablemente hay muy poca ayuda de parte de los equipos sanitarios y menos aún de los gobiernos de cada país. Se olvida que la mejor forma de prevenir o evitar enfermedades es una alimentación sana y adecuados ejercicios físicos.
Si buscamos información en Internet podemos ver que la mayoría de las recomendaciones son como calcadas unas de otras. En ninguna página se recomienda hacer ejercicio físicos superiores a tres horas semanales. Pero el cuerpo humano de una persona sana es capaz de hacer ejercicios durante mucho tiempo más. Hay personas que pueden hacer más de veinte horas de ejercicios en una semana, como es mi caso. Por supuesto que hacer tanto ejercicio físico requiere mínimo seis horas de sueño y muy buena alimentación. Quienes no puedan hacer veinte horas pueden contentarse con menor cantidad de horas. El organismo nos avisa cuando sobrepasamos nuestra capacidad. Además, podemos ver el resultado si entrenamos en forma disciplinada durante varias semanas. Si nuestra capacidad de concentración aumenta, si podemos soportar muchas horas de trabajo sin sentir cansancio, si nos sentimos ágiles y fuertes, es porque lo estamos haciendo bien. ¿Por qué vamos a limitar, entonces, nuestros ejercicios? Yo he tenido alumnos deportitas que entrenan todos los días y descansan solo uno en la semana. Lo hacen durante varios días y con gran intensidad. Esos alumnos son los más sanos de todos los que he tenido.
Mi recomendación es que se repartan los ejercicios en varias sesiones cortas. Se puede entrenar perfectamente tres veces al día: por las mañanas, al mediodía y por la noche. Tanto en la mañana o al mediodía sólo unos cinco o diez minutos. Se puede trotar o saltar o cualquier otra actividad suave. Por la noche, alternar con trote y carrera, algunos ejercicios abdominales y de piernas, tres veces a la semana, por lo menos media hora. Tres veces a la semana ejercicios de brazos y espalda, también mínimo media hora. Un día a la semana, descanso. Los ejercicios de la noche deben ir siempre acompañados de precalentamiento de mínimo cinco minutos. Finalmente, ejercicios de estiramiento. Recomiendo ver mis futuros vídeos en los que explicaré y haré demostraciones muy claras sobre la forma más efectiva de hacer ejercicios físicos.
Mi experiencia personal es que a mayor cantidad de ejercicio físico, mejor salud y bienestar general. Siempre he sido activo, desde que era adolescente. Siempre quise alimentarse en forma sana e intenté hacer ejercicios físicos adecuados, pero nunca logré continuidad. Mi alimentación era sana, pero no lo suficiente. Mis ejercicios eran, más o menos, buenos, pero los interrumpía muchas veces. Desde hace algunos meses he logrado las dos cosas y lamento no haberlo hecho antes. Seguramente habría tenido una vida mucho más sana y habría evitado problemas de salud durante mi juventud y mi vida adulta. Mi deseo es que toda la gente aprenda a alimentarse bien y a hacer ejercicios físicos en forma adecuada. Quiero compartir mi experiencia y mis conocimientos con todos aquellos que estén interesados en vivir una vida más alegre y sana.