PLANES TRUNCADOS. ES MUY DIFÍCIL PLANIFICAR ALGO NUEVO POR CULPA DE LA PANDEMIA

Casi todos mis planes se han visto truncados. He tenido que desechar algunos y aplazar otros. Muchas veces he sentido no ser capaz de planificar nada más, he tenido la sensación de que los muros que se han levantado no caerán jamás. No me refiero sólo a las medidas equivocadas que se han tomado en muchos países del mundo, sino a todas las consecuencias derivadas de ellas. Es lo mismo que le ha ocurrido a millones de personas. Países enteros se han visto afectados, más que nada países en vías de desarrollo. Aparte de los problemas que esos países han tenido antes, se les ha sumado los efectos de la pandemia, que han arrasado la economía hasta niveles nunca antes visto durante muchas décadas. El turismo, uno de los pilares de la economía de muchos países, ha caído estrepitosamente, hasta niveles de quiebra. A eso se le debe sumar bloqueos económicos y sanciones absurdas e injustas impuestas a algunos de esos países. Esas medidas, además de ser ilegales, son inhumanas. Lo único que se consigue con las sanciones es provocar problemas en la economía, alimentación y salud, además de agravar los ya existentes, ocasionados por antiguas sanciones.

No puedo decir que a mí me haya afectado demasiado la pandemia. Al contrario, esta terrible enfermedad me ha hecho más fuerte. Nunca me enfermé y tengo la esperanza (casi la certeza) de que no contraeré el nuevo virus ni sus mutaciones. No quiero referirme, nuevamente, a lo que ya he dicho antes en mis anteriores entradas. Debo recalcar, sin embargo, que creo me sé cuidar y la forma en que lo hago me parece óptima, tal vez no la mejor, pero muy efectiva. Dentro de algunos años veremos si he estado equivocado o si tenía razón en cuanto a las medidas más adecuadas para no enfermarse. Para ello serán necesarios estudios científicos hechos con seriedad, no como muchos estudios que se han hecho deprisa, sin la debida profesionalidad y que han obligado a las autoridades de muchos países a tomar las medidas equivocadas, a las que me he referido antes. No obstante, la pandemia -aunque, mejor dicho- las medidas anti Covid-19, me han impedido llevar a cabo mis planes de estudio y de trabajo, además de alejarme de mis metas, que creía tener muy bien pensadas y semi ejecutadas. Debo decir, sin embargo, que lo que afirmo es algo contradictorio. Si bien es cierto, he debido cambiar muchas cosas, en compensación he tenido tiempo para hacer experimentos con cultivos y he logrado estudiar otras materias, además de repasar cosas que había olvidado. He ganado en conocimientos y en experiencia, además de fortalecer, en cierto modo, mi economía.

Con respecto a los estudios científicos debo recordar a mis lectores que la ciencia va cambiando constantemente. Para lograr resultados satisfactorios y que se extiendan a lo largo del tiempo, es necesario repetir los experimentos una y otra vez. Nunca debemos conformarnos con resultados obtenidos con sólo algunos experimentos o estudios. Hay que incluir la mayor cantidad posible de datos, analizarlos con objetividad y de forma concienzuda. Por otra parte, los estudios científicos deben ser hechos con independencia suficiente, sin dejarse influenciar por empresas comerciales. Esto, lamentablemente es muy difícil, porque la mayoría de los laboratorios o clínicas donde se llevan a cabo los estudios, son propiedad de entidades financieras y/o compañías farmacéuticas. Esas compañías tienen enormes posibilidades de marketing e influyen fácilmente en los medios de comunicación, los que en su mayoría trabajan para ellas. De ahí que exista tanto negacionismo por parte de algunos grupos de ciudadanos que rechazan todo tipo de estudios, incluyendo a los que son serios. Algunos de esos grupos llegan, incluso, a negar la existencia de la pandemia y son totalmente contrarios a las vacunas.

La historia de los descubrimientos científicos nos demuestra que muchas de las teorías que se aceptaron como verdades se han desmoronado y han sido reemplazadas por otras, las que, a su vez, también han sido reemplazadas, gracias a nuevos estudios y nuevos datos que antes no se habían considerado. Esto es válido, tanto en los descubrimientos arqueológicos como en inmunología, antropología, historia, medicina y muchas otras ramas del conocimiento. Hubo épocas en las que se daba como cierto todo lo que aparece en la Biblia, por ejemplo. El descubrimiento de vestigios de pueblos antiguos, con sistemas bastante desarrollados, incluyendo la escritura cuneiforme, muy anteriores a los escritos hebreos, han demostrado que muchos de los libros de la Biblia son copias de las leyendas provenientes de esos pueblos, como los sumerios. Tanto en la mitología griega, como en la sumeria se menciona, por ejemplo, el diluvio. Lo que hicieron los escribas hebreos fue adaptar esas leyendas a su propia historia y costumbres. Los sumerios tenían un sistema de escritura 3 000 años A.C. Los hebreos comenzaron a escribir la Biblia 700 años A.C.

Pensemos que hace algunas décadas se hablaba, por ejemplo del colesterol, como un verdadero veneno para nuestro organismo. Luego se demostró que esta sustancia es necesaria para la renovación y mantenimiento de nuestras células, especialmente las del cerebro. Sin el colesterol, nuestras células no podrían existir. Además, gracias al colesterol, nuestra piel puede producir vitamina D al contacto con los rayos ultravioletas del sol, lo que fortalece enormemente nuestro sistema inmune. El problema no era el colesterol en sí, sino el equilibrio entre LDL y HDL (nota, más abajo). Tampoco se trata de la cantidad de colesterol extra que una persona pueda producir (puesto que lo producimos nosotros mismos) sino de la falta de movimiento físico, del sedentarismo, que es resultado de una vida carente de suficiente actividad física, de la comodidad de los sillones frente al televisor o a los ordenadores o del trabajo monótono en oficinas y fábricas.

A causa de seguir trabajando en mi empresa y en el mismo rubro, he tendido que aplazar mis planes de editar vídeos en Youtube, como era mi deseo. No he dejado de lado la idea, pero aún no dispongo del tiempo necesario para llevar a cabo esos planes, como muchos otros. Por otra parte, estoy cansado de hablar en primera persona, hablar de mí mismo. Mi deseo es hablar de otras personas en el futuro, algo que quiero hacer a partir de mi próxima entrada en este blog. En los otros blogs me seguiré refiriendo a temas de actualidad, como son los acontecimientos que se están llevando a cabo en América Latina, en Suecia y en España, por ejemplo.

En mi otro blog escribiré un nuevo artículo sobre la pandemia y sobre las mejores medidas que se deben tomar para evitar los contagios. Haré una lista muy exhaustiva sobre esas medidas y volveré a argumentar contra medidas innecesarias, que no sólo no disminuyen los contagios, sino que los pueden aumentar. Cuando el artículo esté listo haré un enlace a él desde este blog.

Ánimo y a seguir luchando, sigamos cuidándonos, aunque muchos otros no lo hagan.

Nota: ¿Qué son LDL y HDL? Cuando hablamos de colesterol tenemos que hablar de baja y alta densidad, dos tipos de colesterol. No bueno y malo, como se dice en muchos textos de estudio. HDL significa, en inglés High Density Lipoprotein. LDL significa Low Density Lipoproptein. En español podemos decir: lipoproteínas de alta y de baja intensidad. Ambas son bolas de grasa y colesterol. Sobre esto y muchos otros temas de nutrición hablaré en mis futuros vídeos. Cuando llegue el momento haré los enlaces correspondientes.

Nota del 6 de agosto 2021: Enlace a mi última entrada en ABCNOTICIAS NESTOR 2009: AQUÍ.

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