No hubo camping ni tampoco Shurgard. Encontré una oficina, que se alquila sólo a empresas. Pude convencer a los duenos para que me alquilaran, a pesar de no tener empresa actualmente. Por lo menos puedo tener allí mis cosas. También puedo dormir, pero sin conocimiento de los propietarios. Era la única forma de conseguir un espacio bajo techo. Lo del camping salía demasiado caro y hay horario restringido para instalar las tiendas. Por otra parte, hace mucho frío y si llovía no habría tenido cómo evitar mojarme. Hoy, por ejemplo, ha llovido todo el día en Estocolmo y hace bastante frío.
Sigo sin tener una dirección donde recibir mi correspondencia. Sigo viviendo en el aire. «No existo». Tengo un buen trabajo y buen sueldo. Pero no vivo oficialmente en ningún sitio. Soy una especie de fantasma.
Hoy tuve la grata ocasión de reencontrarme con uno de mis ex alumnos que obtuvo su licencia de conducir con mi ayuda hace diez anos. Mi ex alumno acompanó a su esposa, que tomaría su primera lección conmigo. Lamentablemente, ella había tomado ya algunas lecciones con una profesora, sin haber obtenido la ayuda profesional que requería, por lo que debimos comenzar con lo más básico. Su anterior profesora sólo la había hecho dar vueltas, sin ensenarle mucho.
Por otra parte, tuve una mala experiencia con otra alumna, que tiene dificultades para entender lo que significa aprender a conducir en Suecia. Es uno de esos casos de uno por ciento. Le dije que sería mejor que conduzca con otro profsor pero ella insistía en seguir conduciendo conmigo. Pero no tiene sentido trabajar juntos si va a cuestionar mi trabajo. Por eso solicitaré que no la vuelvan a poner en mi lista. Me gusta trabajar con alumnos que tienen verdadero interés en aprender a conducir bien, de acuerdo a las exigencias del sistema sueco. Y de esos alumnos tengo muchos. Día a día se van superando las etapas y aprenden muy bien.
No me alcanza el tiempo para escribir pero algo he logrado. Cómo deseo terminar pronto con este trabajo y dedicarme a plantar árboles y a otras labores agrícolas en nuestro amado continente latinoamericano! Y escribir mucho, por supuesto.