APARCADO EN EL CAMINO

YA HEMOS LLEGADO AL 21 DE DICIEMBRE Y SIENTO QUE NADA HE HECHO POR MI PUEBLO. ME SIENTO COMO SI ESTUVIERA APARCADO, A UN LADO DEL CAMINO DE LA VIDA.

Es como si el mundo estuviera girando más deprisa y que yo no alcanzo a subirme al tren, como si estuviera soñando, intentando volar o correr, sin lograrlo.

He tenido una serie de dificultades técnicas y de incomodidad que me han impedido escribir y poner al día una serie de trabajos que han quedado pendientes. No menciono problemas de tipo familiar ni sentimentales porque no es la idea de mis blogs. Si alguna vez menciono algunas circunstancias o el estado en que vivo es para aprovechar de ellas algún tipo de enseñanza, alguna forma de manifestar ciertas dificultades por las que pasamos quienes tenemos como meta muchas cosas que consideramos importantes, no sólo para nosotros mismos sino para toda la sociedad humana. Por eso no menciono mi vida particular, a menos que sea algo que considere de interés general.

Estoy bien informado de todo lo que ocurre en el mundo y he hecho análisis de muchas noticias o hechos que están aconteciendo en Siria, Rusia, Irán, Palestina, España, Grecia, Estados Unidos, Suecia, Venezuela, etc. Pero es imposible ponerme al día cono todo eso. Apenas he escrito un par de artículos en varias semanas y ni siquiera los he completado de tal forma que me sienta satisfecho.

Se acerca el fin de este ano. Todo está inundado de publicidad navideña. Los comerciantes hacen su agosto. La gente tiene fiebre de consumismo. Lo mismo ocurre en Maracaibo como en cualquier otra ciudad de Venezuela o del mundo occidental. Las emisoras y canales de televisión martillan constantemente la mente de los ciudadanos con villancicos y otras canciones religiosas. Un librepensador está condenado a soportar toda la propaganda religiosa, sin tener posibilidad alguna de manifestar su propios pensamientos sobre el tema. Todo se pinta de Navidad y en cada familia se compran decenas de artículos innecesarios sólo para agradar a algún familiar o amigo. Todos regalan y esperan regalos de todos. Es lo más absurdo de todos los años: el consumismo y el derroche con la excusa de que nació el «salvador del mundo» y al mismo tiempo lo que se hace es acortar la vida del ser humano en la tierra, que dentro de pocos decenios puede tener el aspecto de un planeta sin vegetación y  sin fauna.

Intento recuperarme. Me siento cansado, a pesar de que no trabajo actualmente. Quizá es por eso mismo, porque estoy acostumbrado a trabajar sin parar.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario