Algunas veces ví capítulos de esta serie de ciencia ficción, aunque me quedo con los libros de Isaac Asimov y de otros escritores de los primeros que escribieron novelas de este tipo. Y a veces, cuando estoy sentado al lado de mis alumnos me siento como transportado a la cabina de la nave espacial de la serie o de otra nave similar. El control de las carreteras es absoluto desde mi asiento, mientras mis alumnos se esfuerzan por aprender a ser buenos conductores. Ya he dicho antes que las exigencias para obtener la licencia de conducir som mayores en Suecia que en cualquier otro país del mundo. Los alumnos deben conducir en todo tipo de carreteras y ser capaces de planificar su conducción con absoluta seguridad y perjudicando lo menos posible el ambiente. Además deben tendr buenos conocimientos no sóll de teoría de tráfico sino de toso lo que tiene que ver con el funcionamiento de los vehículos, descubrir fallos que puedan arriesgar la seguridad, saber cómo se pueden comportar los otros conductores, etc.
Mi concentración sebe ser absoluta pero a veces tengo tiempo de pensar en varias cosas al mismo tiempo. Mientras doy las indicaciones en distintos idiomas (ahora también puedo ensenar en inglés) mezclando a veces algunas expresiones en distintas lenguas cuando los alumnos no entienden bien el idioma sueco, puedo pensar en cómo solucionar muchos problemas, tanto en Suecia como en otros países. No es raro que pueda decir, por ejemplo, take it easy, drive slowly, piano piano se va lontano, i amin, la gauche... desde inglés hasta árabe, italiano o francés. Y en esos momentos pienso cómo se podría mejorar cuantitativa y cualitativamente la producción de alimentos, ahorrando hasta el 95% de los sostos de producción, por ejemplo. Son pensamientos rápidos que después desarrollo cuando estoy solo.
Cuando llego a casa nuevamente siento que estoy al mando de una nave espacial, pero con dos centros de mando. Uno es la recepción de la autoescuela, que podría decirse es el comando abierto, porque allí recibo a mis clientes. Otro es mi oficina, mi comando secreto, que está ubicada en mi dormitorio, comedor, cocina, sala de deportes, con varias computadoras, impresoras, teléfonos, etc (oficina multifunción). A veces me tengo que estar moviendo de un lado a otro, porque viene gente a la recepción a inscribirse o a solicitar información. Luego regreso al comando secreto para retomar algunos de los trabajos que combino a distintas horas: preparar material de estudio, mejorarlo, idear cosas nuevas, enviar facturas, revisar los pagos de mis clientes, pagar a mis proveedores y cientos de cosas más.
Y mientras trabajo con distintas cosas pongo a calentar la comida que he preparado en distintas fechas. Elijo distintos envases en los que he congelado por separado arroz u otros cereales no elaborados, algas, carne o pescado y vegetales. En cada oportunidad es un plato distinto, combinado de varios alimentos. Ya casi no compro comida preparada de esa que hay en los supermercados. Mi comida es más sana y mucho más barata, sin aditivos ni conservantes, además de exquisita…
Cómo me gustaría compartir mi estilo de vida con otras personas! Todo sería más fáci para todos… Feliz día para quienes abren de vez en cuando estos sencillos escritos…
Seleción de trozos de lecciones, de hace un par de años atrás: